feminismo de igualdad
El feminismo de la igualdad está comprometido con una agenda activista, y pretende promover prácticas sociales de igualdad entre hombres y mujeres, en el entendido de que las diferencias entre géneros son estrictamente culturales. Esto supone la pretensión de consolidar un nuevo ordenamiento social con base en valores democráticos e igualitarios.
El feminismo es igualdad, reclama igualdad y lucha por la igualdad de mujeres y hombres en todo el mundo. Así lo reivindicamos desde el Movimiento por la Paz -MPDL- porque no hay un solo país en el que la igualdad sea un hecho. Ni uno solo.
Por ello, en el marco del 8M, Día Internacional de las Mujeres y del lema de este año, Con derechos, sin barreras. Feministas sin fronteras, reclamamos sociedades que:
No nos discriminan por el hecho de ser mujeres. La brecha salarial, un mayor índice de desempleo, parcialidad laboral no deseada y pensiones mínimas provocan la feminización de la pobreza y de la supervivencia. A lo que hay que añadir la ausencia de reconocimiento del valor de los cuidados, el tiempo desigual que mujeres y hombres dedican a él, el ‘techo de cristal’ y una escasa presencia en los espacios de decisión y en el entorno político-social.
Luchan contra las violencias machistas. Asesinatos, violaciones, acoso, maltrato, mutilación genital femenina, matrimonios forzados, trata, persecuciones de lideresas y defensoras… Las violencias machistas en sus diferentes formas matan, someten y lastran las vidas de millones de mujeres y niñas en todo el mundo. Son una violación de los Derechos Humanos.
Rompen con los roles impuestos que nos impiden ser libres. La sexualidad y placer como un derecho del hombre, las mujeres y su rol de cuidadoras, como seres emocionales, sensibles, sumisas y débiles, relegadas al hogar, al matrimonio y al ámbito privado… Son roles impuestos que desde la infancia moldean nuestras vidas, limitando nuestras libertades y nuestro futuro.
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